domingo, 24 de mayo de 2015

Este no será el mejor de mis poemas

Tú que me has salvado
de tantas estaciones
tantas muertes imaginarias
tantos trabajos forzados.

Tú que has sido mi Cabra Mecánica,
mi Sabina, mi Andrés,
mi Jaime Gil de Biedma,
mi enfermedad y mi curandero.

Tú que has sido mi camello,
mi final del túnel,
mi tren parado,
mi tren.

Tú, mi David J,
la primera canción,
solo cuando tú viniste
hubo luz en mi vagón.

Tú, mi fiesta favorita,
la Cuenca del vértigo y la siesta,
el placer extendido sobre la mesa,
el dedo sobre la lengua.

Tú, con mi nombre a cuestas,
burgués y anarcofabulista,
durmiendo en el salón como en otra patria
como en otra familia.

Tú, mi llave del viento,
mi fé ciega,
donde arrojé mis tesoros
y mis miserias.

Mi pecho se desgañita,
tengo la terrible certeza
de que te debe estar doliendo
hasta el más feliz de nuestros recuerdos.

Este no será el mejor de mis poemas
pero nos va a escocer
como una herida,
a punto de convertirse en cicatriz.



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