domingo, 5 de junio de 2011

Sobre la casa II

Esta casa huele a lejía.
Ya no galopan los caballos por el salón.
John Ford apareció muerto en tu sofá. Tu olor colorea las paredes, amarillenta la pintura y la voz de quien huyó.
Todos los padres les deben la vida a sus hijos.
Perdona:
La garganta desafinada detrás del auricular, la voluntad efímera de las manos que te arrullaron, buscarte en los títulos y en las imágenes.
Es mentira, no odio a Barbara Streisand. Envidio su forma de dejarse mirar por ti sin protestar.
El rencor: la fase última de toda relación. Y luego el olvido que ya no es nada.
En tu memoria solo hay espacio para las fechas y los nombres del cine y la música. La historia. Nosotros que no estamos en los libros tampoco estamos en tu memoria.
Por eso escribo, contra el olvido.

1 comentario:

Lcorso dijo...

tu prosa tan poética me sigue recordando a ratos (a versos) a García Montero :)

Siempre tiendo a abandonar un poco la blogosfera, pero sigue siendo un placer retomar rincones como el tuyo :)